La tecnología a tocado últimamente las estrategias de mercadeo que emprenden las empresas en la búsqueda de atraer al comprador, y sin lugar a dudas, se ha alterado la manera como mercadeamos de una forma que hasta ahora se está empezando a descubrir. Esas majestuosas exposiciones en las que se formulaban estrategias fantásticas, están perdiendo vigencia, en parte por el avance de las herramientas disponibles que pueden facilitar el ofrecimiento de productos o servicios como soluciones a las necesidades de un mercado de consumidores de un modo más ágil y efectivo.

De la lectura del libro “Las nuevas reglas del mercadeo”, se puede concluir que las compañías, a pesar de sus cambios, siguen acostumbradas a hacer mercadeo para el promedio de la población, a lo mejor porque ahí esta concentrada la gran masa de clientes potenciales, pero, esto no sirve de nada en la actual economía en la que se debe aprender a enfocarse a las satisfacción de las necesidades de individuos específicos.

Por esta razón, es importante entender los cambios generacionales que se han dado en los últimos 100 años, llegando a la conclusión que no sólo el mundo y las personas han cambiado, mejorando los sistemas de vida, alterando los valores sociales, afianzando la cultura occidental y buscando conveniencia y comodidad en todo lo que hacen, sino que también debemos ser capaces de explicar y entender por qué una persona de 50 años en la actualidad no se comporta igual que una persona de la misma edad en los años 70.

Mientras más conocemos al cliente, menos necesitamos estrategias de mercadeo masivo que buscan atraer al toda la población. Para conocer al cliente hemos intentado en el pasado segmentar de infinitas formas, llegando a grandes cantidades de costosa información, que en muy pocos casos ha cubierto las expectativas de la promesa del mercadeo uno a uno. Sin embargo, ha sido un excelente ejercicio para aprender y conocer el comportamiento de determinados grupos sociales.

Ahora la tecnología ofrece la facilidad de soportar este reto y absorber el conocimiento generado mediante las nuevas tecnologías que están en las manos de las personas de mercadeo para sacarle el mayor provecho.