Para este fin de año, y valiéndose de esa noble, incondicional y práctica herramienta de investigación, se pueden hacer las siguientes predicciones. Gracias a la victoria del equipo profesional de fútbol de la ciudad, el sentimiento patrio – regionalista se engrandecerá con camisetas y banderas que muestran esa merecida estrella de campeón, lo que permitirá que muchos se decidan a sacar pecho y a sentirse orgullosos de nuestra ciudad. También, será abundante la aparición de nuevos habitantes llenos de camionetas con rines de aspas que giran, vidrios impenetrables por la luz y los ojos y dueños de hermosas casas en condominios de estratos 5 y 6 donde el patrón saca la camioneta para lavarla el domingo en pantaloneta y camisilla esqueleto y abre la quinta puerta y para beneficio comunitario prende el equipo de sonido mientras disfruta del plan. Ahí es cuando Aleida tiene toda la razón en la publicación de la última semana cuando dice “Qué pereza andar con un tipo que trabaje como mula y que gaste como traqueto”. Y les agrego que de esa gente se va a ver bastante.
Cambiando a otros temas menos dolorosos para algunos, también seguirán siendo innovadoras las bandas eléctricas de Carrefour y los baños con censores para dispensar el agua, pues, con la apertura de Unicentro y Ventura Plaza y los respectivos cinemas y plazoletas de comidas, la gente va a tener otro entretenimiento que irse al parque Santander a tomarse la foto o algunos cambiarán el plan de subir a Chinacota por quedarse a ver los nuevos almacenes. A propósito, estos negocios llegarán con todos las herramientas a luchar por el comprador y no como en algunos almacenes que el comprador pide el favor para que lo atiendan. Por eso, correo directo, invitaciones, sesiones de grupo, telemercadeo, hasta visitas de cliente incógnito a la competencia estarán a la orden del día. De igual manera, en ese afán de conocer al consumidor local la gente se acostumbrará a responder encuestas por teléfono y en la calle y dejará de un lado el comentario “no le puedo responder, porque eso es para que me cambien de estrato” o los dueños de casa que responden “es que aquí vivimos en arriendo y los dueños no están”.
También, serán interminables y agotadoras las congestiones vehiculares, la tradicional galleta de ocho carros, pues, con las nuevas vías no falta el que reniegue y no soporte estar un tiempo incomodo para el beneficio de todos. Las opciones de empleo se incrementarán y no solo en construcción sino en trabajos formales, la educación será parte del diario vivir en entidades como Fenalco formando empresarios, mercaderistas y desarrollando en conjunto con otras entidades y empresas seminarios, cursos y diplomados para mejorar la capacidad gerencial y administrativa y para formar personas más orientadas a satisfacer al cliente, dejando de verlo como un billete en la caja registradora y sintiéndolo como la razón de ser de toda actividad comercial.