Hablar en esta columna del servicio es inevitable, porque diariamente las empresas atropellan a los compradores. Unas, sin tener idea de lo que sucede en la recepción, sala de ventas, oficinas o en las visitas del personal a los clientes, porque nunca han evaluado el servicio. Otras conscientes de lo que sucede, consideran que por ser únicos o grandes pueden darse ese privilegio y, a pesar de eso, la gente les sigue comprando. Un aspecto que influye en la percepción de los consumidores a la hora de calificar el servicio que reciben tiene que ver con la manera en que los trabajadores los atendieron. Esa atención es integral y va desde la presentación personal hasta la despedida después de la visita, haya o no comprado.
Teniendo en cuenta esa referencia, encontré empresas que diseñan un compendio de normas de urbanidad o convivencia, similares a las de “Carreño” y funcionan. Por ejemplo, en una multinacional es política y causal de llamado de atención sino se cumple que se salude al entrar a una oficina, sin importar que lo haya hecho anteriormente. Si lo implementaran algunas empresas locales, con seguridad, el primer día se quedarían sin trabajadores y “brillarían por la ausencia” los ejecutivos. Por eso, aunque estas normas funcionan bien para algunos podrían tomarse como modelo para hacer parte del folleto de bienvenida o de la semana de inducción para los nuevos empleados o hasta para reentrenamiento del personal. Tome nota y adáptelas a la compañía en la que trabaja. Con seguridad, la percepción ante los visitantes mejorará en el corto plazo.
Es inapropiado que las damas lleguen a trabajar con el cabello mojado, pues denota una nula preparación para la jornada laboral. De igual manera, la tintura del cabello de colores de moda o las plumas, mechas o flecos afectan la imagen de seriedad de la empresa.
Es de mal gusto y falto de respeto con los compañeros que el trabajador asista a la jornada de trabajo en sudadera, bermudas, camisetas o zapatos deportivos. Es igual si trabaja en pantuflas, chanchlas, cholas o sandalias playeras. Se debe usar calzado de material cerrado o abierto, pero con tacón. Esto aplica dependiendo del establecimiento. El carné debe ser usado en la empresa para el registro del ingreso y la salida del personal y para poder identificarse ante los visitantes en caso de que necesiten información. Es importante que la escarapela o el lazo que lo sostiene esté limpio.
En las oficinas no se permite tener alimentos en las gavetas del escritorio. Para consumirlos podrá hacerlo dentro del tiempo destinado para tal fin, 15 minutos en la mañana y 15 minutos en la tarde, en la cafetería o zona social de la empresa.
Los conductores, mensajeros y personal de servicios generales es importante que lleven la camisa del uniforme por dentro del pantalón y por respeto deben abstenerse de hacer halagos a los visitantes o en la calle, porque dejarían una mala impresión no del trabajador sino de la compañía.
Las balacas, moñas, diademas, chaquiras, cintillos, ganchos, cintas, caimanes, pulseras, cadenas, anillos, aretes, tobilleras y gafas deben ser sencillos y usados de manera armónica entre el buen gusto y la elegancia.
Estas son algunas reglas del juego que ponen en práctica las empresas donde el servicio está presente en el aviso de la entrada hasta el corbatín que usa un mesero. Recuerde que solo se dispone de unos breves segundos para causar buena impresión. Gracias.