La única constante de la apasionante profesión del mercadeo es que el dinamismo del mercado hace que los estrategas que vivimos de esta actividad mantengamos un mano construyendo el presente y la otra perfilando el futuro, de tal manera, que los cambios del entorno y los del consumidor estén a la orden del día.

Un caso especial es la agresiva trasformación que están teniendo profesiones como la de la comunicación social en la que jóvenes con años de estar en las aulas de clase salen a trabajar en los medios para generar contenido que sirva de enlace entre las audiencias y la publicidad, logrando financiar el medio, generar información y efectividad para los anunciantes. ¿Pero, es necesario ir a la universidad para convertirse en generadores de contenido?. Pues, no es raro que la gente que no tiene ni idea de cómo se escribe una nota periodística, cómo se edita una información de una agencia de noticias, o qué fotos o imágenes deben acompañar la investigación se atreva a participar en “reporteros ciudadanos” enviando denuncias de los que sucede en los barrios o envían videos ceceros sin ningún tipo de cámara profesional al “caza noticias” para dar a conocer lo que sucede en el sector en el que habitan.

Pero, más interesante es ver que gente común sube a Youtube los videos de la fiesta, las fotografías al Feceboock para contar como fue la rumba, el cumpleaños, entre otros y crean Blogs para escribir sobre temas de interés, es más, hasta lo hacen con las cámaras de los teléfonos celulares y viven conectados a la Internet conversando sobre las cosas de moda mediante la mensajería instantánea. Entonces, qué harán en el futuro los comunicadores sociales si los principales competidores en generación de información son las audiencias que ellos quieren cautivar. Un caso cercano es el de Susan Boyle, la revelación de canto que surgió de la nada en el programa londinense “Brintan’s got talent”. Demi Moore, una de las fanáticas al rededor del mundo viajó a Londres para apoyarla en la gran final en la que obtuvo el segundo lugar superada por “Diversity”, quienes recibieron un premio de 100.000 libras (159.000 dólares) y la oportunidad de actuar frente a la reina Isabel II en el Royal Variety Show. Este programa para la semifinal logró que la mitad de los televidentes británicos estuvieran pegados a la pantalla para verla.

Ganadora o no la cantante que sorprendió a los jueces en la primera audición con una asombrosa interpretación de “soñé un sueño” del musical “Los Miserables”, logró atraer a Youtube una audiencia de 60 millones de personas. Lo curioso es que ese mundo viral que permitió que la gente la conociera por todo el mundo es la que ahora persiguen las marcas que están interesadas en firmar contrato con una escocesa cuarentona que vive en un pueblo diminuto, voluntaria de la iglesia local y que dice que jamás fue besada. Seguramente, no va a ser la cara de ropa de marca ni perfumes ni productos de belleza. Su atractivo está, justamente, en ser una persona del común, razón por la cual tanta gente se conecta tan bien con ella. Es ideal para las marcas sólidas, poco glamorosas y honestas que son brillantes en lo suyo. Según opinión de algunos publicitarios, ella podría ser ideal para marcas con exterior poco glamoroso pero excelente contenido. Porque eso es ella: la primera impresión que se tuvo de ella cuando se presentó a cantar por primera vez en el concurso fue que ése no era su lugar. Luego comenzó a cantar y generó sorpresa en todos los que la escucharon. Las marcas ideales, entonces, son aquellas que tienen un exterior poco agradable y logran arrasar con las audiencias.