Conversando con el dueño de un almacen de ropa le dije: “a mi no me gustan las camisas de su almacén” y me respondió “a mi tampoco, es más, nunca me pondría una. Lo que me interesa es que le gusten a mis clientes”. Un buen indicador para crecer es tener en cuenta lo que quieren los clientes antes que los intereses personales, así como lo empezó a hacer uno de los centros comerciales de la ciudad en el que ahora hay unas cómodas sillas para que los visitantes puedan descansar un rato y seguir haciendo compras. Esperemos que por la “indiosincrasia” de algunos mal educados no terminen rayadas o rotas. También, sabe para donde va el empresario que luego de analizar que la gente caminaba por los pasillos del supermercado sin canasta y compraban lo que alcanzaba a llevar en las manos, descubrió que el simple hecho de que los empleados le alcanzaran una canasta a los visitantes para poder llevar las cosas le generó un aumento del 47% en las ventas. Por eso, e1 servicio al cliente es solo sentido común.

Después, de estos casos de buen servicio que, desafortunadamente, son pocos se ha detenido a analizar el servicio al cliente que recibe en la mayoría de oficinas y locales de la ciudad sin que la gente se queje o diga algo. Es como si estuvieran acostumbrados a recibir ese trato despreciable y se aguanten la mala cara y las palabras confianzudas de algunos trabajadores que pretenden hacerse los amigables esperando el momento de arrebatarle el dinero sin importar si el cliente se va satisfecho. A continuación, hay una serie de preguntas a ver si usted es un cliente conformista o es de los que quiere un buen servicio.

¿A usted le da lo mismo que no le miren a los ojos mientras pregunta por algo?
¿le gusta que lo atiendan mascando chicle o por personal que esta comiendo?
¿prefiere entrar donde no hay ni ventilador y todo esta desordenado y sucio?
¿se deja seducir por unos parlantes que con música estridente lo invitan a entrar?
¿le gusta comprar donde no ofrecen garantía por las compras porque es más barato?
¿si un establecimiento abren a las 8 y son las 8:45 usted sigue esperando que abran?
¿le gusta ser analizado de pies a cabeza para que ese análisis indique como ser tendido?
¿prefiere esperar y esperar hasta que alguien decida prestarle interés a su reclamo?
¿le fascina que lo adulen con palabras como pito, mita, amorcito entre otras?
¿se siente orgulloso de colaborar cediendo el turno para que pague un cliente “cadivi”?

Por eso, prepárese para las compras de diciembre y no se deje seducir con el mal servicio, lo invito a que denuncie al correo electrónico de este articulo esos atentados contra los derechos del comprador para que no sigamos aguantando la indiferencia de algunas personas que en algunos establecimientos no cambian porque todavía hay gente que les aguanta la mala cara, la falta de educación, respeto y poco sentido común, estas personas a parte de carecer de las anteriores características no tienen claro quien es la razón de ser de un negocio. Falta ver si a ellos les gustaría que los atendieran de la misma manera a ver que piensan.