En los últimos años la tecnología se ha convertido en el mejor aliado para el área de mercadeo en una empresa desde programas para recopilar, analizar y presentar datos como el SPSS hasta herramientas para hacer seguimiento a la fuerza de ventas en tiempo real mediante sistemas de GPS, o de telemercadeo, para que las operadoras no pierdan tiempo buscando números telefónicos o carpetas para conocer con quien están hablando. Todos esos recursos hacen que las organizaciones sean más eficientes en los tres procesos fundamentales de mercadeo: atraer, retener y recuperar consumidores.

En medio de la abundancia de tecnología la gente de Starbucks anunció que los clientes pueden comenzar a usar una aplicación de código de barras en su teléfono para comprar café en 6.800 de sus tiendas en todo el mundo sin tener que usar la billetera y pagar con un gesto rápido de su teléfono inteligente en un escáner electrónico algo similar a lo que está haciendo en nuestro país Davivienda y el banco AVVillas entre otras marcas que revolucionan la forma de servir a la gente y facilitarles los procesos de compra. Pero, lo curioso es que toda esa tecnología deja de ser una herramienta de productividad para convertirse en verdaderas culturas con seguidores buscando adicionarle cada vez más un “gadget” al equipo que no es ni muestra de lo que viene en la caja original y es sometido a múltiples trasformaciones como protectores de pantalla, carcasas, audífonos, programas de entretenimiento y hasta accesorios de diseñador creando la “cultura walkie” que ha llegando a registrar ventas superiores a las de los mismos dispositivos móviles. Es por eso que las empresas han empezado a vender infinidad de accesorios y mejorar los productos tal como lo hizo el CEO de Apple, Steve Jobs al presentar la nueva versión de la IPad el pasado 13 de marzo en Estados Unidos que ahora se vende no solo en blanco y negro sino en colores.

La tecnología toca todos los sectores de la vida diaria y empieza a convertirse en algo común por ejemplo en los vehículos que cuentan con sistemas de navegación, alarmas de parqueo y alertas preventivas en caso de alguna falla mecánica. Igual sucede en el área de la salud y el hogar; con la nanotecnología y la domótica. La primera, se ha convertido en una aplicación de la ciencia de los sistemas a escala nanométrica al apasionante campo científico en constante expansión ,y la segunda, es el conjunto de sistemas capaces de automatizar una vivienda, aportando servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio de redes interiores y exteriores de comunicación, cableadas o inalámbricas, y cuyo control goza de cierta ubicuidad, desde dentro y fuera del hogar.


Ahora la vida del ser humano es más fácil gracias a todas estas herramientas que han permitido que el desempeño profesional tenga éxito garantizado y las empresas cada día sean más eficientes en el uso de los recursos. Sin embrago, hay infinidad de analfabetas tecnológicos que conviven cerca de usted que frenan el progreso de una corporación. La solución para ese problema es capacitarlos buscando estrategias para vencer la normal resistencia al cambio y lograr que todos hablen el mismo idioma.