Las tendencias de la administración demuestran que quedaron atrás las épocas en las que dos o tres seres iluminados poseían el conocimiento para hacer o deshacer a su antojo porque solo con uno ojo eran considerados los reyes en el reino de los invidentes. Hoy las empresas han entendido la necesidad de enfrentar el cambio con la firme decisión de que la gente aprenda y el conocimiento domine espacios que eran privilegio de unos pocos, especialmente, facilitando el entendimiento de los saberes específicos.

Ante ese nuevo enfoque han empezado a incrementarse la publicación de obras que son fábulas en las que desde ratones perdidos en un laberinto en busca de un queso, pavorreales en el reino de los pingüinos y hasta buscar descubrir que una vaca tuvo la culpa hacen parte de la literatura de las escuelas de formación de gerentes en todo el mundo. Ante esa tendencia Mercadeo al día ha entregado a los lectores diversas fábulas como la de hoy que se titula “El león y los excursionistas”.

Dos excursionistas se encontraban en lo más profundo de una peligrosa selva cuando de repente se encuentran de frente con un gran león hambriento, uno de los excursionistas se asusta y queda paralizado mientras que el otro, lentamente, saca los zapatos deportivos que tenía guardados en la mochila. El excursionista que había quedado paralizado le pregunta: “Para que te calzas los zapatos, aunque corras con ellos lo más rápido que puedas no vas a ser más veloz que el león”. A lo que contesta: “Solo me hace falta ser más rápido que tu” Moraleja: “Para ganar terreno en el mundo empresarial hay que competir con sagacidad e inteligencia”.

Esta breve historia se asemeja al planteamiento de Albert Einstein cuando decía que “en épocas de crisis la creatividad está por encima del conocimiento” y ante tal postulado la única forma de enfrentar la realidad del mercado es reaccionar ante la competencia para emprender la huida o enfrentarla con decisión. Esta reacción solo se genera cuando se visualiza una inminente pérdida de clientes, de mercado o se ven afectados los ingresos de la empresa, en ese momento, se preocupan desde los que ocupan cargos directivos hasta los trabajadores de la base que son los que más están cerca de los clientes.

Pero, son estas épocas en las que el mercado está deprimido o aparece la competencia las empresas desarrolladas generen nuevas formas de trabajar, ofrecen servicios personalizados, cambian los horarios, implementan nuevas formas de pago, agilizan los trámites, los gerentes salen de las oficinas a visitar a los clientes y se acercan a las salas de ventas a conversar con los visitantes, y hasta la gente de atención al cliente empieza a sonreír con más frecuencia. Pero, curiosamente, la mentalidad de muchos es como la del excursionista que se quedó petrificado y prefieren mantener el aire acondicionado apagado, cerrar temprano, poner a uno a que haga el trabajo de tres, pretendiendo quizás bajar los costos para enfrentar la situación. La decisión está en sus manos o se queda atemorizado o enfrenta la competencia.