La administración moderna plantea nuevas teorías como la resaltada recientemente en Business Week en la que el CEO de HCLT (empresa de tecnología) desafió la sabiduría convencional, según la cual, las compañías deben poner primero a los clientes e invierte la pirámide jerárquica poniendo a la gerencia a responder ante los empleados y no al revés, logrando disparar la imaginación de los empleados para transformar la empresa y convertirla en la más rentable en el mercado de los servicios de TI.

Visionarios como Vineet Nayar son pocos y la mayoría de los altos ejecutivos comete muchos errores cuando tratan con el personal debido a que no recibieron una capacitación sobre cómo hacerlo bien. Y peor aún, es que les faltan valores y sensibilidad para interactuar eficientemente con la gente. Según Susan M. Heathcliff, la principal razón por la que los empleados renuncian es por sus gerentes, no por su trabajo ni por sus empleadores. Algunos de esos errores son:

No ven a los empleados como personas: Entablar una buena relación con los empleados es clave. No se trata de convertirse en terapeuta, pero sí de conocer lo que pasa en sus vidas.

No dan una orientación clara: Si no crean estándares o dan a la gente expectativas claras para que sepan lo que se espera de ellos, luego se preguntan en qué fallaron.

No confían en sus empleados: La falta de confianza se manifiesta de muchas formas. Tratarlos como si no fueran confiables es convertirlos en no confiables.

No escuchan ni les hacen sentir que sus opiniones cuentan: A la gente le gusta sentirse escuchada, importante y respetada de esa manera usted tendrá gente más participativa.

Piden opiniones como si importara lo que les dicen: Podrá engañar a algunos pero los mejores empleados advierten pronto la naturaleza de su juego y dejan de participar.

No reaccionan ante problemas: Muchos gerentes tienen el hábito de esperar que un tema difícil desaparezca. La intervención proactiva del gerente ayuda a resolverlos a tiempo.

Se hacen amigos de los empleados bajo su mando: Se pueden entablar buenas relaciones con los subordinados, pero tendrá dificultad cuando tenga que separar relación laboral y amistad.

No comunican con claridad y retienen información importante: La mejor comunicación es la comunicación transparente, comparta lo que sabe.

No tratan a todos los empleados de la misma forma: La percepción de que algunos empleados “tienen coronita”, explica por qué es una mala idea hacer amistad con el personal a cargo porque puede destruir el trabajo en equipo y debilitar la productividad.

Dejan a sus empleados en las malas: Si usted sabe que la responsabilidad es suya por ser el jefe actúe con dignidad y proteja a sus empleados. Si los acusa, usted queda como un idiota y sus empleados le pierden el respeto.

Ahora haga una lista de chequeo y si usted cumple con tres de los diez puntos es hora de emprender un plan de mejoramiento en sus relaciones con los subordinados. Si desea escribir un comentario hágalo haciendo click en el espacio de comentarios.