Los dueños y jefes de une empresa venden todo el tiempo: no solamente sus productos, servicios o ideas, sino también a sí mismos y a la marca que representan. El conocimiento de unas reglas básicas de ventas puede potencializar ese desempeño y superar los resultados de negocio. A continuación algunas de ellas basadas en el libro: “De venta en el mundo real de Harvey Mackay” el hombre que dijo: “Encuentre algo que le fascine hacer y nunca tendrá que trabajar un día más en su vida”.

Manténgase hambriento. Los buenos vendedores siempre están impulsados por una fuerza mayor que los lleva a querer vender más y mejor, por eso, casi siempre viven prendidos al teléfono tratando de cerrar un último contrato comercial.

Nunca comprometa su integridad. Hay una rima que dice: “Honesty is the best policy”; la honestidad es la mejor política, y esa frase, se aplica a los negocios. Lo que separa a un vendedor excelente del resto no es su carisma sino la capacidad de generar confianza.

Conserve el optimismo. Será, finalmente, la actitud y no la aptitud la que determine qué tan alto llegue un vendedor. El éxito es un estado mental y los objetivos son más alcanzables cuando se altera nuestra percepción de ellos.

Prepárese. Los resultados espectaculares necesitan de mucha preparación. No es algo espontáneo, manténgase como Boy Scouts: hay que estar “siempre listo”.

Sea genuino. Los clientes no compran productos a personas que no le agradan. El carisma es un factor clave para ser buen vendedor. ¿Es fácil hablar con usted? ¿Sabe escuchar?

Dé una buena impresión. Como en los encuentros románticos, la primera impresión es muy importante. También en los negocios. No hay segunda oportunidad para una primera impresión. ¿Está arreglado y bien vestido? Cuide su presencia.

Cuide a sus clientes. Un buen vendedor cuida a sus clientes porque sabe que ellos lo cuidarán a él. Como nunca se puede decir que un negocio tiene “demasiados clientes”, es importante prestar atención a los detalles y asegurar el cumplimiento de sus deseos.

No pierda la perspectiva. Existirán, a lo largo del camino, algunos altibajos. Esto les sucede hasta a los mejores vendedores. Es importante, mantener la perspectiva. Tenga sentido del humor y, por sobre todas las cosas, aprenda de sus errores.

Luche por mejorar. A un profesional no le alcanza con lo aprendido en la universidad. La sed de ser mejor, de buscar nuevos rumbos, de aprender constantemente, no se agota con un título. Los mejores vendedores siempre luchan por una mejor capacitación. Leer libros que amplíen la perspectiva sobre determinado tema o tomar un curso corto también son opciones a tener en cuenta. Lo importante es la sed de conocimiento. Si desea hacer un comentario sobre este artículo escriba un correo a mercadeoaldia@gmail.com o visite: www.mercadeoaldia.blogspot.com si desea consultar otros temas de interés.