Nunca olvidaré la frase que una persona muy cercana me decía “No es lo que dices sino como lo dices, es ese tonito que le pones” entonces, la forma en que se presenta el mensaje también cuenta. Expertos estiman que el 55% de la comunicación tiene que ver con lo que se ve, no con lo que se escucha, y si a un producto o servicio le hacemos mercadeo para hacerlo llamativo por qué no hacer lo mismo con las personas generando una imagen positiva y confiable.

El trinomio: voz, ayudas audiovisuales y expresión verbal y corporal ayuda, un claro ejemplo son los políticos, los que tienen éxito saben que están bajo el escrutinio de la prensa y han aprendido a controlar su lenguaje no verbal, por eso, el mundo de los negocios también puede beneficiarse. A continuación algunos aspectos sobre los que a diario un ejecutivo en cualquier nivel debe trabajar:

Los ojos: Es importante mantener contacto visual 60% del tiempo con el auditorio, desplace la mirada sobre los participantes y logrará mejorar su atención.

Expresiones faciales: Si sonreír es importante para la salud, también lo es para los negocios. Envíe un mensaje positivo sobre el contenido de la presentación, mantenga la cabeza erguida lo hará parecer confiado, con autoridad y recurra a los gestos para manifestar las emociones, eso le permitirá conectarse con la audiencia y no ser solo el robot que habla.

Brazos y manos: Cruzarlos denota una actitud defensiva o completamente desinteresada. Además, mover los brazos denota entusiasmo, aproveche este recurso que viene incluido en el paquete y evite desperdiciarlo con las manos en los bolsillos o atrás de la espalda, quizás los nervios hagan que termine jugando con el cabello o un lápiz mostrando su inseguridad.

Indumentaria: Metafóricamente es el empaque de un producto. Cree su estilo personal y vista también su presentación audiovisualmente, si la audiencia sabe leer no necesita recitarles el texto, recuerde que solo cuenta con pocos segundos para causar una buena impresión. Trabajando sobre esa indumentaria podrá preparar presentaciones con: animaciones (sin abusar de las opciones), diferentes tipos de letra, adicionar gráficos, tablas, fondos y ayudas audiovisuales de manera sincronizada y llamativa que le permitan desarrollar una temática agradable y priorizar los aspectos importantes.

Lenguaje: Se debe saber el perfil del público al que se dirige y orientarse a él, quizás lo que algunos consideren aburrido a otros les parecerá fascinante, hay que adaptar nuestro lenguaje olvidándonos del lenguaje técnico para comunicarnos asertivamente.

Recuerde que usted es el que sabe del tema, pero, una recomendación final. Cierre los ojos y piense con la cabeza de un participante a su intervención, reflexione si entiende lo que está viendo y escuchando, y tome las acciones correctivas. Si desea hacer un comentario sobre este artículo escriba dando click en la palabra comentarios. Gracias.