Uno de los fenómenos de mercadeo que se ha venido imponiendo como el más importante de la industria publicitaria mundial es la final del Super Bowl, pues, los grandes anunciantes destinan el grueso de sus presupuestos al encuentro competitivo más visto en los Estados Unidos, invirtiendo hasta 3 millones de dólares por cada uno de sus anuncios publicitarios de 30 segundos de duración que fueron emitidos durante los espacios publicitarios de la transmisión deportiva buscando llegar a esa masa de clientes potenciales, una bonita e interesante cifra para tan poco tiempo al aire.

Curiosamente durante la presentación fueron emitidos cerca de 63 spot o comerciales y aunque muchas empresas locales pudieran considerar esa inversión como una gran fortuna, lo cierto es que la publicidad representada en anuncios del Super Bowl podrían ser cinco veces más caros dado su gran impacto y repercusión sobre una audiencia a nivel mundial superior a la de los 100 millones de espectadores. Por eso, las grandes marcas se aventuran a la conquista de los consumidores en un alarde de grandeza comercial y creativa con la que pueden demostrar su poder e influir positivamente en la intensión de compra de la audiencia o el posicionamiento de sus productos o servicios.

Hoy, se considera que lo mejor de la publicidad mundial es exhibida en este espacio logrando que el impacto de la trasmisión se convierta en un auténtico espectáculo creativo. Es tanto el interés de algunas personas que se han creado micro sitios en Youtube para mostrar los anuncios trasmitidos cada año. Esta tendencia de los espectáculos como vehículo de comunicación publicitaria fue más evidente cuando en 1999 durante el partido un anuncio de Victoria’s Secret llevó tanto tráfico a su portal Web, que simplemente, sus servidores colapsaron

Los datos indican que un 25% de los espectadores sintonizó el Super Bowl únicamente para ver los anuncios, mientras que el resto prestó una atención vaga y difusa. También, se ha comprobado que, abrir la posibilidad a los consumidores de interactuar con la marca, es considerado como una de las formulas más eficientes para optimizar la inversión. Por ejemplo, las campañas publicitarias en las redes sociales logran un nivel de compromiso mayor y optimizan los resultados de la comercialización de un bien o servicio, lo que se complementa, refuerza y rentabiliza de modo perfecto una inversión de estas características.

Con todos estos datos, más la interacción en las redes sociales y el efecto rebote en todos lo medios y consumidores de las campañas que participan en el final del Super Bowl, se puede concluir que en realidad, su auténtico valor es 5 veces más caro que el precio actual; o lo que es lo mismo, más de 10 millones de dólares. Son muchos los argumentos que no se sostienen si las marcas anunciantes no aprovechan más de una vez una campaña publicitaria de estas características y con una inversión tan alta. Con una mayor participación, las marcas tendrían que gastar un quinto de la cantidad invertida en los medios tradicionales para obtener un ROI más eficiente y el mismo impacto que ofrece este entretenimiento. Con este análisis me queda la inquietud qué harían nuestros empresarios locales si tuviéramos un espectáculo de este tipo.