Fui invitado a acompañar un proceso de selección, pero, para mi sorpresa la comunicación mencionaba que era para elegir un profesional para el equipo financiero, sin embargo, acepte con la condición que le solicitaran a los candidatos la autorización para tener acceso a los reportes de las centrales de riesgo y consultar su historial crediticio. De los 14 candidatos, tres tenían un reporte que evidenciaba el buen manejo de sus finanzas personales. La justificación de este ejercicio es que una persona que administre bien sus recursos tiene una mayor probabilidad de hacerlo bien con el capital de una empresa.

El caso anterior evidencia que las carreras profesionales forman ejecutivos para hacer que las organizaciones alcancen los mejores rendimientos, pero, la mayoría desconoce cómo aplicar esos conocimientos a su vida personal para alcanzar el éxito. Una razón es que lo que se prende en los claustros universitarios solo es una pequeña parte de las herramientas que requiere una persona para ser exitosa, pues, nadie puede garantizar que a mejores notas mayor éxito profesional. Por eso, más que formar ejecutivos la labor de las universidades es aportar a los “gerentes en formación” herramientas para que descubran cuáles son sus ventajas competitivas y aprovechen el escenario académico para atreverse a equivocar, pues, en la vida real, en el mundo de los ejecutivos de alto rendimiento, no hay segundas oportunidades.

Quiere decir que hoy usted tiene que ser el mejor, pues, de lo contrario sus probabilidades de surgir serán cada vez menores, más en una época, en la que ser profesional ya no es un privilegio y las empresas se dan el gusto de seleccionar al que consideran tiene las mejores competencias y la mejor actitud, ya que en el trabajo la presión es tan exigente que se pueden tomar dos caminos: uno quedarse en el mismo puesto por años, sobreviviendo entre pirañas o cada día dar lo mejor para ascender en la estructura jerárquica, muchas veces rompiendo paradigmas y enfrentando retos con mayor exigencia.

El concepto de gerenciamiento personal aplica en todas los ámbitos del ser humano y una de esas áreas gerenciales que considero fundamental es el mercadeo, porque así como una empresa entrega un producto para satisfacer las necesidades de los consumidores una persona también puede hacer atractivo o no el producto que representa. Por ejemplo: ¿qué percepción le genera un galeno que atiende su consulta en camiseta o un estudiante de administración en bermudas con los pies sobre un escritorio? Lo curioso es que estos personajes pueden parecer cool o descomplicados pero la vida profesional no inicia cuando se recibe el título, inicia, el día que usted decide cuál quiere que sea su futuro y prepara un proceso de mejora continua en el que empiece a adaptarse a normas generales de convivencia social.

Aplique el mercadeo para: investigar oportunidades de empleo o de negocio, darle valor a la marca que representa (su nombre), comunicar de manera respetuosa sus planteamientos, auto gestionar su conocimiento, analizar a sus competidores y visualizar las tendencias que le permitirán tener un ventaja competitiva. Si desea hacer algún comentario escríbame a: mercadeoaldia@gmail.com y comparta su opinión. Gracias.