· Revisar la provisión de bolsas para empacar los productos; además, en esta época hay gente que necesita un empaque especial, por eso mantenga papel y cinta de regalo, y tenga disponibles tarjetas del negocio para que el cliente pueda marcar el regalo. Ojo, no le cobre por este servicio.
· Identificar a los vendedores con una camiseta, gorra o escarapela de tal manera que la gente que entra al establecimiento sepa a quién preguntarle.
· Revisar la papelería para la recepción de dinero plástico, al igual que las facturas, cintas, lapicero y demás útiles de oficina que pueden facilitar el trabajo, pues, en caso de no haber suficiente perderá ventas.
· Hacer mantenimiento del sistema de aire acondicionado o limpieza de los ventiladores, con eso podrá aliviar la espera de los clientes y podrá sumar más ventas.
· Acondicione lugares especiales para que la gente pueda probarse los zapatos o la ropa, y saque del baño escobas, traperos y demás útiles de aseo, para que sea un lugar cómodo para el cliente.
· Organice turnos de trabajo que le permitan a los empleados tener los ánimos para hacer el trabajo de la mejor manera.
· Anuncie los nuevos horarios, los servicios adicionales que puedan beneficiar al cliente y atraerlo. De igual manera, no se olvide de los clientes actuales, tómese la tarea de imprimir unas cartas y enviarlas con un beneficio especial, un descuento, un regalo o servicio de parqueadero gratis entre algunos otros detalles. La clave para que esto funcione es que use su creatividad.
· Reúnase con el personal de temporada una semana antes de iniciar para explicarles lo relacionado con los productos o servicios, formas de pago, garantías al comprador, pues, un vendedor que no sabe lo que vende, es mejor que trabaje en la competencia. Evite a toda costa contratar recomendados de algún conocido o familiares, algunos de ellos no necesitan y perjudicarán el trabajo de los demás, no olvide que de todas formas hay que pagarles.
· Quite la mata de sábila, deje de poner un santo de cabeza, evite hacer riegos mágicos o sahumerios, no se desespere pagando misas o haciendo novenas, no vaya a donde brujos, tabaqueras o expertos en el más allá, no se bañe con carioquito morado ni con tasas de azúcar, baje la herradura que tiene detrás de la puerta y recuerde que la suerte no llega con ponerse ropa interior amarilla, los buenos resultados en la ventas se consiguen con un buen producto y una ACTITUD vendedora y de servicio del personal.
2 Comments
Muy bueno, muy bueno pero lo que me da curiosidad es "el carioquito morado"... dónde se consigue.
Diego Niño.
Confieso haber maltratado a uno de mis mejores clientes esta semana gracias a uno de mis inteligentes proveedores. La persona X (a quien voy a llamar como mi cliente) se enamoró de uno de los productos que mi proveedor me ofrecía, sabiendo de su urgencia y necesidad le comenté a la persona X que ese producto se demoraba mas de 8 días en llegar y que no le podía tener listo el trabajo en el tiempo que mi cliente quería, la persona X entendió y aceptó sin ningún problema. El proveedor que se encontraba escuchando la conversación en ese momento abrió su gran boca y dijo que el pedido lo despacharía en menos de 3 días, lo que quería decir que mi cliente quedaría completamente satisfecho con la velocidad del servicio que le estábamos ofreciendo. Pensé un poco y le pedí a mi cliente que me disculpara un momento mientras hablaba con mi proveedor a solas, me retiré y le pregunté que si lo que acababa de decir era posible, "un pedido que llegara en menos de 8 días" sabiendo que por estas fechas los currier se demoran un poco más. El proveedor por vender, hizo una llamada por su celular para confirmar el despacho inmediato del pedido. Así lo creí. Salí contento a decirle a la persona X que tendría su trabajo en menos de 8 días, mi cliente me agradeció y se fue. Pasaron 5 días y el pedido no llegaba, llamé al proveedor pero nunca me contestó, luego llame a la casa proveedora y me informaron que el pedido se demoraba unos días más porque el producto no estaba en bodega, cuando mi proveedor me había dicho todo lo contrario. Empecé a preocuparme, pasaron 7 días y no tenia ninguna respuesta de mis proveedores, llamé nuevamente a la casa distribuidora y me decían que estaban en inventario y que no podían despachar la mercancía. En ese momento pensé "ya le quedé mal a mi cliente" La persona X no demoró en llamar antes que yo lo hiciera y le comenté lo que estaba pasando, la persona X al escucharme lo sentí un poco disgustada. Para no alargar tanto, el pedido llegó 15 días después con la gran sorpresa que el producto que a mi cliente le había gustado no había llegado con las especificaciones que él había visto, pues llegó de un color diferente al que había visto por primera vez. Lo llamé nuevamente, aceptó pero no lo sentí completamente satisfecho. En definitiva la culpa fue mía por creerle al proveedor sabiendo por experiencia que los pedidos demoran más de 8 días en llegar. Me pongo en los zapatos de la persona X y particularmente me siento maltratado.
DFN