Durante años la frase “trate a los demás como le gustaría ser tratado” ha sido tema de múltiples discursos y en cuanta actividad de capacitación se la menciona con el propósito de indicarles a los asistentes la manera ideal de tratar a las personas, pero analizando bien este término, tiene un cierto parecido equívoco con “todos en el mismo bus”. La verdad, ninguna de las dos tiene razón de ser en el ámbito empresarial o para no herir la susceptibilidad de las personas puede ser que hace años tuviera aplicación, pues, las condiciones del mercado eran diferentes, pero ¿hoy?.

La última frase debería decir “todos empujando el mismo bus”, quiere decir que contraria a la anterior, en la que todos van sentados cómodamente y uno conduce el vehículo a donde quiere ir, se debería pensar mejor en que todos empujan la empresa y ponen a su disposición las actitudes y las aptitudes para que quien la dirija la pueda llevar de manera rentable a ese lugar. Ahora, la primera debería decir “trata a los demás como ellos quieren ser tratados”, porque puede que a usted le guste tomar el pelo, reírse, contar cuentos, hazañas y hacer monerías para cautivar al cliente y a él solo le interesa que le hablen de manera directa del negocio que van a efectuar, o lo contrario personas que les gusta tomarse su tiempo para tomar decisiones y usted quiere que le firmen el contrato de una vez. ¿Se imagina qué pasaría en el campo de las ventas si la gente actuara así? Es cómo si cinco segundos después de conocer a una persona del otro género le preguntara ¿ deseas casarte conmigo?.

Esta frase no solo aplica al campo de las ventas, también, en el servicio al cliente se presentan casos en los que las personas necesitan un servicio oportuno, ágil y a un costo razonable y usted se dedique a darles explicaciones y postergue la atención. Además, le haga diligenciar equis cantidad de formularios, ir de una oficina a otra y hablar con otro número indeterminado de funcionarios. ¿Se podrá hablar de servicio oportuno y ágil?. Si quiere comprobar mejor esta nueva frase y utilizarla en adelante, piense en su pareja. ¿Cuántas veces usted ha luchado, ha entrado en estados depresivos y hasta ha dado todo por perdido, porque quiere que lo quieran como le gustaría?. Pues, si sigue pensando así, seguro, le vivirá arrugando la cara todo el día a su pareja y ella lo único que querrá es estar a kilómetros de distancia. Por qué mejor no se preocupa por quererla como a ella le gustaría, por darle lo que le gusta, en vez de que tenga que hacer lo que a usted se le ocurra por capricho o por orgullo.


Definitivamente, esta frase puede ser la solución a las relaciones interpersonales que se dan en el campo de las ventas, el servicio y las relaciones de pareja. Usted decide si se deja llevar por la corriente o nada en su contra y cambia su manera de pensar y actuar. Verá que así será más asertivo en la comunicación y en las relaciones.