Cada día el mundo del “Management” o de la administración evoluciona dando paso a nuevas formas de hacer fácil lo difícil y de no entorpecer lo fácil. Por eso, desde cuentos en los que los protagonistas son ratones en medio de una central quesera hasta pingüinos en un reino de pavo reales, pasando por gansos, salmones, hormigas y abejas, cada una de estas especies con un libro convertido en número uno en súper ventas buscan explicar el mundo de la gerencia sin complicaciones, sin teorías que resulten fáciles de entender para los estudiosos pero enredadas para usted o este servidor. Eso indica que los filósofos de la administración deberán convertirse en nobles entrenadores y desarrolladores del talento del personal a su cargo orientándolos a los resultados mediante metodologías fáciles de entender, sin palabras rebuscadas y con la nobleza y humildad de los grandes seres de la humanidad.

Un ejemplo de tal enfoque lo plantea Peter Skillman que anda dictando una conferencia en varios países llamada: El reto del malvavisco (masmelo). La idea es construir una estructura autónoma con 20 tiras de espaguetis, un rollo de cinta, una cuerda y un malvavisco que deberá ser puesto en la cima de la estructura en un plazo de 18 minutos. Aunque el reto parece fácil, y lo es en realidad, es un reto complejo cuando le agregamos grupos de 5 personas que deberán tomar decisiones y trabajar en equipo de forma rápida para poder ganar a los demás participantes. Este reto lo han asumido desde diseñadores, arquitectos, estudiantes de escuelas de negocios y CEO´s de importantes empresas alrededor del mundo.

¿Pero, qué se puede aprender con este reto? Lo primero es que la mayoría de los participantes; ejecutivos, estudiantes y empresarios, inicia orientados a la tarea y empieza a calcular, proponer diseños y discuten la mejor forma de lograrlo, luego, en medio de la planificación y organización van perdiendo minutos valiosos en sus estructuras y cuando acaba el tiempo “Ta-Da” tienen lista la estructura que curiosamente logra sostenerse unos pocos segundos y se convierte en “Oh-No” colapsa y cae. Curiosamente, los que mejor lo hacen y en tiempo record son los niños de primaria porque logran hacer estructuras rápidas y capaces de sostenerse. La razón para que estos últimos logren superar el reto es muy sencilla. Ninguno de ellos pretende ser el que manda y ganarse el título de “Gerente del reto del Malvavisco S.A. o Director del Malvavisco Ltda.” o como usted quiera denominar la empresa.

Otra razón por la que logran tales resultados es porque no tienen en sus cabezas la idea de un plan correcto o incorrecto y se arriesgan a construir prototipos, una y otra vez, siempre manteniendo el malvavisco en la punta para articular el resto de las acciones, corregir errores y lograr el objetivo. Desafortunadamente, trabajar en equipo en una organización es igual al reto Skillman, pues, la mayoría de los integrantes quiere ser Dios para dar órdenes a diestra y siniestra y que todo el mundo rinda pleitesía a este ser supremo que es el único que sabe cómo se debe poner el malvavisco olvidando que el trabajo en equipo da mejores resultados que esfuerzos individuales en los que solo por figurar se cae en el grave error del fracaso. Tal como le sucede a muchas empresas que se engrandecen y por no poner en funcionamiento ojos, oídos, nariz, tacto y boca fracasan. Es mejor un “Ta-Da” que suene al unísono y que este en todas partes de la organización con líderes efectivos logrando desarrollar a sus equipos y corrigiendo errores a tiempo que un “Oh-No” que pueda llevar al fracaso a la compañía por falta, precisamente, de trabajo en equipo.