Desconocer los avances tecnológicos es sinónimo de incompetencia profesional. Recuerdo la campaña publicitaria de una editorial que promocionaba un libro que enseñaba como usar el Windows y cuando mencionaban “abrir ventana” el usuario se paraba de la mesa y literalmente abría la ventana de la habitación. Hoy, muchos te piden el pin, otros escriben en tu muro, o te mandan un twit y hasta te piden amablemente vamos a bloguear. Estos términos se han vuelto tan comunes que algunos prefieren permanecer al margen y evitan el tema para no quedar como ignorantes.

En parte, la modificación del vocabulario se debe al acelerado aumento de usuarios de la Internet y la bondad de su portabilidad, esos dos factores han convertido al medio digital en una herramienta poderosa de comunicación tal como lo mencionaba Alvin Toffler en el libro con estilo futurista para le época (1979) titulado “La tercera ola” cuando planteaba que en la sociedad de la tercera ola dejaremos atrás la masificación de los productos y hasta las jornadas laborales por construir la descentralización, la desmasificación y la personalización. Y hoy después de 31 años esas predicciones son realidad. Cada día las empresas tienen más gente trabajando desde sus casas y sin necesidad de estar físicamente en una oficina, las empresas han comprendido que venderle a todo el mundo puede ser riesgoso y muy costoso y que la personalización permite a los compradores tener productos o servicios ajustados a sus necesidades especificas. Pero, el aporte más ajustado a la realidad digital es cuando Toffler acuña el término “prosumidor” haciendo predicciones sobre el cambio en los modelos tradicionales de comunicación y el cambio de roles entre productores y consumidores, tema planteado con 9 años de anticipación en el libro “El shock del futuro”.

Otro valioso visionario que predijo los cambios actuales fue Herbert Marshall McLuhan quien a principios de los años 70 describió la interconexión humana a nivel mundial con el término “aldea global” haciendo referencia al desarrollo a escala global de los medios electrónicos de comunicación y la utilización de la alta definición. ¿Qué pensarán Toffler a sus 82 años o el espíritu de McLuhan al ver que sus predicciones cada día son más acertadas? Cuando en realidad hemos pasado de comunidades físicas de personas en las que estrechábamos lazos de amistad mediante abrazos, besos y gestos a la actual en la que hay comunidades virtuales como “second life” o “facebook” en las que usted puede diseñar un “avatar” con las características físicas que desee para atreverse a hacer cosas en su “segunda vida” virtual que físicamente nunca haría o a expresar los amigos o contactos el estado de ánimo con un “emoticon” de carita feliz o triste, bravo o confundido.

Pero más, evidente y poderoso es el auge de los medios digitales que cada día los presupuestos de los grandes anunciantes a nivel global están migrando a publicidad basada en “pixeles” “layer” “pop up” y los tradicionales “banner” y elaborando campañas en las que los medios tradicionales reciben una mínima parte de la inversión, pues, no pueden garantizar al 100% audiencias como si saber de qué país llagaron los visitantes de mi página, cuántos y cuánto tiempo permanecieron en el sitio. Es más, la interacción con un medio tradicional no va más allá de hacer una llamada al número que aparece en pantalla, mientras que gracias a la web 2.0 usted puede hasta hacer un comercial, filmar el final de la novela preferida o personalizar el vehículo de sus sueños logrando una interacción que impacte realmente a la audiencia.


El cambio será progresivo y con enfoque de mercadeo Twitter no solo servirá para contar que se levantó o se bañó sino que será una herramienta de comunicación estratégica.