Esta semana fui invitado por una de las escuelas de negocios de la ciudad para hacer una presentación a los futuros profesionales y decidí llamarla “La primera vez”, pues, antes de prepararla pregunte a quien me invitaba cuántos de ellos trabajaban. La respuesta se redujo a un pequeño grupo de asistentes. La verdad, no es extraño que los jóvenes universitarios muestren algún interés por trabajar, pues, algunos consideran que luego de terminar la carrera el trabajo aparecerá. Otros, creen que trabajos como servir mesas, repartir correspondencia o contestar el teléfono son trabajos para la gente popular y un pequeño grupo que los denomino los “nini´s”, ni trabajan, ni estudian, ni piensa en el futuro. Estos argumentos se convierten en el primer obstáculo para lograr una plaza en el mundo laboral, porque la certificación de experiencia laboral es decisiva en un proceso de selección. Pero, no puedo seguir sin hacer la siguiente observación para esas nuevas generaciones. ¿Sabe a qué estrato pertenecen las personas que limpian las mesas, hacen aseo de baños y están en la barra y caja de bares y restaurantes ubicados en el parque de la 93 en Bogotá? Seguramente, pensarán algunos que de estratos populares y la respuesta es no. Es requisito indispensable ser estudiante universitario de alguna de las universidades de renombre en la capital para poder tener al menos la opción de ser entrevistado. Igual pasa en Andrés carne de res o en algunos restaurantes de nuestra ciudad.

Y si esa es la primera metida de pata, hay otras cosas que debería tener en cuenta para su primera vez o para mejorar futuras participaciones en procesos de selección. Algo que molesta a un entrevistador es que el candidato conteste llamadas o envíe mensajes de texto durante la entrevista, que no preste importancia a la forma de vestir, que carezca de interés, que exhiban arrogancia, que hablen negativamente sobre su empleador anterior, que masquen chicle, que no dé respuestas concretas y que haga preguntas desacertadas. Pero, peor aún es poner los brazos sobre el escritorio, detallar las cosas que le molestaban de su anterior jefe y hasta cuestionar sus decisiones, hacer comentarios en doble sentido, hablar mal de la familia o de la pareja, comerse los caramelos que hay sobre el escritorio, contar aventuras amorosas y dar un fuerte abrazo al entrevistador al final del encuentro. Podría seguir enumerando infinidad de acciones negativas que los candidatos hacen inconscientemente, pues, por no saber manejar la ansiedad se hacen presa de los nervios y dejan una mala impresión.


Pero, Mercadeo al día, pretende dar alguna alternativa para mejorar y aunque no se pueden predecir los resultados de un proceso de selección debido a que influyen múltiples factores como la experiencia profesional, la actitud del entrevistado y si encaja o no en el perfil, si pueden existir algunas consideraciones prácticas para tener en cuenta y tener éxito en el proceso. Por ejemplo: A pesar de las circunstancias en las que la búsqueda de trabajo se convierte en algo difícil y, hasta frustrante, siempre hay que mantenerse optimista y sobre todo mostrar una buena actitud porque hoy los procesos de selección valoran más el ser que el saber. Otra acción que se puede emprender con anticipación es investigar todo lo que se pueda sobre la empresa, misión, visión, producto o servicios que ofrece, mercados que atiende, es más, visitar las instalaciones para saber dónde quedan y observar como va vestido el personal, el horario de atención, bueno, todo lo que se pueda porque eso le permitirá dar buenas respuestas y hacer preguntas sobre el proceso. También, es fundamental mantener un buen nivel profesional, puede ser que la entrevista sea informal pero esa no es razón para que usted abuse, es mejor siempre subrayar las habilidades profesionales basándose en los logros obtenidos frente a un determinado problema. Y para finalizar, ser muy honesto. Si no se sabe una respuesta, admítalo por eso es bueno practicar con alguien conocido antes de asistir así dominará la ansiedad. Espero que llegado el momento las ponga en práctica y le deseo lo mejor.