Llegó la hora de la verdad, la fecha en la que aquellos que sembraron durante el año recibirán con creces los frutos del trabajo. Aquellos que luego de cada mes analizaron el comportamiento de los clientes y observaron y determinaron sus características, si entraban a comprar más mujeres que hombres, y si esos hombres influían en la decisión del comprador o, por el contrario, sacaban al comprador porque no había ni una silla para esperar cómodamente, si pagaban con tarjeta de crédito o en efectivo, si pedían descuento con alguna tarjeta de fidelidad, si eran casados o solteros o si por edad se podían clasificar en jóvenes o adultos, con hijos o sin hijos, entre otros aspectos.

También, será una buena época para los que hicieron la tarea de evaluar las compras a los proveedores para ver qué era lo que rotaba y qué no, haciendo los ajustes respectivos a los pedidos en tallas, calores, cantidades o referencias. Aquellos que buscaron el apoyo de los proveedores no solo para el regalo de diciembre sino para que les enviaran publicidad (afiches, volantes, lapiceros o llaveros) tan útil cuando de hacer recordación de marca se trata. Esos empresarios que recibirán datos favorables en las ventas son los que se dieron a la tarea de no temerle a la competencia sino a la incompetencia; pues, decidieron mejorar la fachada del negocio para presentar los productos más atractivos al publico, los que no solo pusieron luces navideñas sino que mejoraron la iluminación, ventilación y organización del local comercial, compraron maniquís, codificaron la mercancía y ahora facturan directamente del computador descargando del inventario en tiempo real para que se pueda saber con exactitud la cantidad de referencias de un artículo.

Pero los mejores resultados serán para quienes usaron el mercadeo y tienen actualizada la base de datos y enviaron con anticipación una tarjeta de Navidad con un detalle especial para redimirlo en compras en el establecimiento, y para los que durante el año contactaron en varias oportunidades al cliente y lo hicieron sentir importante. Con esas acciones invirtieron en la premisa moderna del mercadeo que es retener los clientes, pues, saben lo costoso que es conseguir un cliente nuevo frente a retener uno actual. De igual manera, destinaron parte del presupuesto a los soportes tradicionales de comunicación publicitaria, asumiendo con responsabilidad el fin de la publicidad de estimular e informar, e incursionaron en actividades poco usadas, pero con resultados garantizados como el telemercadeo, la minería de datos, el cross merchandising, el correo directo y hasta la utilización de mensajes de texto para atraer compradores. Algunos de ellos, como pasa en casi todas las empresas decidió pensar en los clientes que no volvieron, y los llamó o se atrevió a enviarles una carta para que le contaran al dueño el motivo que hizo que se alejaran. De esta forma estos empresarios pensaron en retener, mantener y recuperar a los compradores.

En otros aspectos, los logros se dan de manera rápida y sostenida en el tiempo cuando los empresarios que están en la recta final le apostaron, con la firme convicción de su importancia, a la capacitación del personal, y enviaron a los empleados a cursos de servicio y ventas, entre otros, pero no los dejaron ir solos, ellos también hicieron parte de la capacitación y abrieron los ojos y los oídos para darse cuenta de las oportunidades que tenían al frente y que quizás no habían visto. Y conscientes de que los resultados son generados por personas buscaron fortalecer su actitud más que la aptitud, pues, un verdadero empresario sabe que la clave del éxito en los negocios está en las ganas que se le ponga a lo que se hace y esas ganas deben ir acompañadas de pasión, para que cada vez que se presente la adversidad, ese deseo tan grande de progresar y salir adelante sea el motor que haga que los resultados sean hoy y siempre un ejemplo de que el mercadeo es el mejor aliado para desarrollar los negocios.

Denuncia de maltrato al cliente: Los usuarios de servicios médicos de una entidad promotora de salud que llaman a pedir cita y utilizan una línea gratuita que, supuestamente, sirve para descongestionar y hacer más ágil el servicio en el que usted marca teclas aquí y allá, según las indicaciones de una grabación, para que en últimas le conteste una persona y le pida los mismos datos. Luego, al presentarse a la cita no solo usted sino varias personas llegan a esperar a ser atendidos en la misma hora, consultorio y médico. Entonces, para qué asignarán esos horarios y para qué sirven esas grabaciones, será que la salud se volvió un negocio, y eso que la mayoría de los trabajadores pagamos por ella.