Muchos han hablado de reglas que deben seguirse para liderar con éxito una compañía o ser un profesional exitoso, pero más allá de la variedad de cualidades humanas, intelectuales o físicas que debería tener una persona para desarrollar una excelente gestión se debe pensar que hay aspectos importantes de la vida que no pueden ser ajenos y que de ellos depende mantener un equilibrio emocional que permita enfrentar cada día con una actitud firme ante la adversidad. Por eso, quiero referirme a las palabras pronunciadas por Charles Knight, considerado en su época uno de los gerentes más exitosos de Norteamérica y adaptarlas a nuestro entorno en beneficio de la gente de la ciudad.

Regla 1. Ordene prioridades. ¿Cuándo fue la última vez que visitó al médico para hacerse una revisión del estado de salud?, ¿Cuándo fue la última vez que salió de vacaciones? o ¿Qué día salió a divertirse en compañía de los seres queridos?. La prioridad uno es la salud, pues, sin ella no se podrá disfrutar de la prioridad dos, la familia. Si estos dos elementos no están nivelados cómo podrá enfrentar a diario la tercera prioridad, que es hacer negocios. Por eso, tome las vacaciones atrasadas, con seguridad la empresa seguirá funcionando sin que usted esté, visite al médico y cuide su salud, más en un mundo agobiado por el estrés y nunca olvide la esencia de la que viene, su familia.

Regla 2. No delegue lo esencial. Un verdadero líder asume con firmeza sus decisiones y se enfrenta a los problemas asumiendo con responsabilidad el resultado de sus decisiones, por eso, evite delegar a un subordinado o a un “comité” las decisiones difíciles y actúe con determinación lo antes posible, porque el tiempo cobra valor cuando es mejor hacer algo que no hacer nada.

Regla 3. Recopile información. No es raro encontrar jefes, clientes, estudiantes o personas que consideran que usted puede tener información valiosa que puede ayudarles a tomar una decisión y, usted, para acertar debe contar con información de su sector económico o área de interés y debe tener información representada en indicadores, acciones de la competencia o tendencias del mercado que con seguridad le ayudarán a minimizar el ensayo error.

Regla 4. Comprométase. El cumplimiento de los objetivos de la empresa deben convertirse en un reto personal y profesional y dejar de lado el pensamiento que el trabajo que se ejecute hace parte de un simple empleo para ganarse un sueldo. Pero no vaya al extremo de vivir para trabajar, es mejor trabajar para vivir cómodamente. Deje de pensar en la suerte, le aseguro que entre más trabaje, trabaje y trabaje más suerte tendrá.

Regla 5. Aprenda a saborear el cambio. Cuántas personas viven frustradas porque el trabajo que cumplen no es gratificante, pero les da temor enfrentarse a un nuevo empleo o a desarrollar una nueva actividad. Si usted no está feliz en el trabajo atrévase a cambiar, pero decídase antes de que los directores se den cuenta y decidan liquidarlo. La única constante en el mundo empresarial es el cambio. Visualícelo y tome una decisión. Siempre habrá nuevos caminos por explorar.
Estas reglas no son camisa de fuerza para retar a la creatividad y formular otros parámetros que orienten el camino profesional, pero, dan una orientación sobre aspectos que con el pasar de los días dejan de ser valiosos y son esos elementos los que permiten mantener viva la capacidad del ser humano para enfrentarse a los retos. Si considera tener una regla adicional, le agradezco que la comparta con los lectores colocandola en los comentarios o al e-mail mercadeoaldia@gmail.com.

Denuncia de la semana de mal servicio al cliente. El maltrato al cliente, pero interno. Cuántas empresas aprovechándose de la ingenuidad o de la necesidad de las personas las explotan ofreciéndoles sueldos que no compensan en nada el trabajo que ejecutan, solo para enriquecer las arcas del empresario olvidándose de la misión social. Pero, ¿se le podrá decir empresario a aquel que aparte de pagar mal, maltrata desde física hasta verbalmente a los trabajadores e impide desde una llamada telefónica hasta la posibilidad de satisfacer sus necesidades fisiológicas?. ¿Cuánta explotación por un sueldo? ¿Cuántas empresas que gozan de una misión y visión van por el camino equivocado? Lo curioso es que una gran responsabilidad tiene el personal interno de lograr que el comprador se acerque y siga comprando, pero si su motivación es deficiente entonces para qué quejarse de las malas ventas.