Mercadeo al día se ha caracterizado porque ha planteado temáticas agresivas relacionadas con el arte del mercadeo y, también, porque no es ajeno a la realidad que viven cientos de ejecutivos y estudiantes que leen esta columna, por ese motivo, ha tocado temas que van desde la motivación del líder y el equipo de trabajo hasta hacer cuestionamientos a las acciones de mercadeo, publicidad y servicio al cliente de algunas empresas. Hoy, quiere despertar el cambio de la estrategia de desarrollo organizacional de las compañías y la reflexión de quienes determinan las remuneraciones del personal. Presento algunos datos de la investigación nacional de salarios y beneficios adelantada por la entidad gremial que agrupa a los funcionarios de la gestión humana de las empresas públicas y privadas de Colombia (Acrip) realizada a finales del año pasado y publicada en Mercado de dinero.

Algunos pensaran, pero, cómo hablar de ese tema en plena época de dificultades económicas, y posiblemente tengan la razón, pero, esa situación se enfrenta con decisión, es decir con la implementación de cambios que van desde la manera de pensar de las personas de la organización, su motivación y la forma como se produce, comercializa y cobra el resultado del trabajo hecho por las personas. Uno de esos cambios puede ser el que están implementando algunas compañías que han establecido un modelo de administración en el que se desarrollan equipos de trabajo donde la remuneración va atada a los resultados de la gestión, modelos que están salidos de los tradicionales esquemas nacionales. Sin embargo, la investigación reveló que el pago por desempeño es una práctica en aumento y el 38% de las empresas encuestadas reportaron esta política, al igual que la creciente alternativa de mejorar los salarios vía otros beneficios, tal como sucede en Bogotá y el Valle ciudades en las que más se ofrece seguro de vida a los empleados, o al 100% de los empleados de primer nivel se les asigna vehículo seguidos de la Costa Atlántica y Antioquia donde lo ofrecen al 61% y 60% de los ejecutivos, respectivamente. También, es frecuente la práctica en temas de compensación, pues, Colombia pasó del puesto 11 en el 2006 al quinto un año después en cargos ejecutivos. Y se encontró, también, que en el país se pagan dos salarios al año por el buen desempeño de los altos ejecutivos, mientras que en América Latina este promedio es de cuatro salarios. Para niveles gerenciales la tendencia es pagar 1,6 salarios adicionales al año, y un salario para niveles profesionales.

Es cierto que la brecha salarial en el país es alta y tal como lo asegura el presidente de Acopi en Colombia se deben hacer cambios que disminuyan esas diferencias que en algunos casos pueden llegar a ser de 400% o 500%, pues, hoy un alto directivo de una empresa nacional gana en promedio 22,3 millones de pesos, un gerente 16,4 millones, un jefe o coordinador de área 5,8 millones y un operario algo más de un millón de pesos, estas diferencias pueden acentuarse dependiendo del sector productivo en el que se haga la evolución o la ciudad en la que se haga el análisis. Desafortunadamente, la investigación no aplica para Cúcuta, porque el trabajo de campo se realizó en 20 sectores de la economía a 73% de empresas nacionales de las cinco principales regiones del país (Bogotá y Cundinamarca, Valle, Eje Cafetero, Antioquia y Costa Atlántica) analizando 401 cargos de 14 áreas funcionales.


En este campo Acrip indica que el 66% de las compañías en América Latina están en un proceso de trasformación del área de recursos humanos para generar mayor valor y alineación con la estrategia de desarrollo organizacional. Este proceso debe enfocarse en mi concepto a fortalecer el sentido de pertenencia de la gente en las empresas, aspecto de poca importancia en muchas organizaciones locales que lo único que usan es el típico modelo del empresario montado en una carreta que es halada por un burro y en sus manos sostiene un palo del que cuelga una zanahoria y el burro camina en busca de la zanahoria y nunca la logra alcanzar.