Una encuesta efectuada por Deloitte demostró que la mayoría de las compañías Fortune 500 han incorporado programas de recorte de costos, lo que constituye una clara señal de que los negocios se están tomando en serio la crisis, y están preparados para resistir una recesión. En la encuesta, dos tercios de los ejecutivos reportaron que esperan que sus iniciativas de reducción deriven en ahorros de costos de un solo dígito. Estas pequeñas mejoras pueden ser suficientes durante las épocas de bonanza y cuando el crecimiento sano de las principales líneas permitió corregir una variedad de problemas. Sin embargo, muchas compañías encuentran que este enfoque incremental para la reducción de costos no es suficiente para ser mantenido en tiempos futuros. Lo que necesitan es un enfoque integral y trasformacional, que resulte en mejoras sostenibles y significativas en la estructura de costos. La mejora continua no siempre es suficiente.

Para sobrevivir y crecer durante las recesiones, las compañías deben hacer mayores esfuerzos, y no tan sólo mejorar el modo de efectuar las operaciones. Deben ver más allá de las mejoras incrementales, como congelamiento de contrataciones, pagos diferidos, reducción en gastos por viajes y capacitación y recortes presupuestarios globales. Estos esfuerzos no pueden sostenerse más allá del corto plazo. Además, en muchos casos los ahorros que producen no son suficientes para afrontar la tormenta. A continuación, algunos secretos usados por las multinacionales para enfrentar las oportunidades que se avecinan.

1. Establezca el nivel de ahorros requerido: Cuando se trata de reducir costos, diferentes compañías presentan diversas necesidades. Las principales variables son: amplitud del cambio requerido y el tiempo disponible para implementar acciones y capturar valor.

2. Comience con lo evidente: Para muchas compañías, los ahorros de costos inmediatos pueden derivarse de recortes en funciones generales y administrativas y de recortes en gastos externos (materiales y servicios que compra una compañía). Las mejoras en dichas áreas pueden traer ahorros significativos en forma casi inmediata, generando bajo o ningún impacto negativo sobre el negocio.

3. Adopte un enfoque corporativo: En tiempos difíciles, una compañía debe mirar más allá de sus depósitos para incluir oportunidades de reducción de costos a lo largo de la organización. Un análisis rápido, pero integral del gasto controlable, puede ayudar a identificar las mayores oportunidades y establecer prioridades.

4. Equilibre mejoras de corto y largo plazo: Durante una recesión, muchas compañías pueden tener tanto apuro para reducir costos que terminan desconociendo algunas oportunidades de mejora significativas. Ese es un error que pocas organizaciones pueden darse el lujo de cometer. Un enfoque escalonado provee lo mejor de ambas alternativas, permitiendo que la compañía genere ahorros inmediatos y al mismo tiempo capitalice oportunidades sustentables y sostenibles que suponen mayor tiempo de implementación.

5. Reconsidere el modelo adecuado de negocios: En algunos casos, el modo efectivo para que una compañía alcance los ahorros requeridos será mediante la trasformación del modelo de negocios. Cuando se selecciona un modelo, el principal compromiso está entre “independencia operativa” y “eficiencia de costos” (mediante la centralización y economías de escala).

6. Proteja las inversiones estratégicas: En el fervor por reducir costos, las compañías pueden cometer el error de recortar inversión en áreas que son críticas para el éxito financiero de largo plazo del negocio. Actividades tales como Investigación y Desarrollo, Mercadeo y Publicidad pueden ser críticas para el desempeño y rentabilidad sostenida, por lo que resulta importante asegurar recursos para esas actividades.

7. Lidere el proceso: Una vez que una compañía toma la decisión de trasformar la estructura de costos, uno de los mayores desafíos puede ser la resistencia al cambio. El apoyo a mejoras de costos debe comenzar desde arriba. Los líderes de la compañía deben tener un entendimiento sólido de lo que se está modificando y el motivo detrás de dichos cambios. Deben, además, apoyar fuertemente y en forma visible las actividades de mejora a través del ciclo de vida del proyecto.


Ante una crisis ¿cómo debe responder una compañía? ¿Debe seguir el enfoque habitual de mejoras incrementales y generales? O ¿debe perseguir reducciones estratégicas de costos que le permitan superar a la competencia? En la mayoría de los casos la respuesta está clara. Durante la década pasada, innumerables estudios mostraron que remedios y ajustes de corto plazo generalmente no son efectivos en el largo plazo. La clave para alcanzar resultados significativos es efectuar mejoras de costos estratégicas y estructurales que le otorguen una ventaja sostenible, poniéndonos un paso adelante de la competencia.