¿Cuántas veces ha observado con asombro cómo los competidores avanzan más rápido que usted? y ¿cuántas veces se ha dado golpes de pecho por no haberse atrevido a desarrollar una idea que hoy es una realidad en el portafolio de otra organización? Seguramente, son innumerables las veces en las que ha experimentado cierta molestia por no “anticiparse” a las necesidades del mercado.
 
Una de las razones es que las empresas pueden caracterizarse por tener una de las siguientes personalidades: vegetativa, reactiva y proactiva. Cada una de ellas es fácil de identificar; en el caso de las vegetativas son aquellas que van creciendo con el mercado  y su operación comercial quizás sea fruto de ser monopolio, las reactivas son aquellas que ante cualquier acción de la competencia ponen a prueba su arsenal y combaten con nuevos productos o servicios cuando quizás ya es demasiado tarde, y las proactivas, son las que practican el Kaizen o mejoramiento continuo y la innovación hace parte de sus procesos.
Sin embargo, más que identificar si la empresa que usted dirige es vegetativa, reactiva y proactiva todas podrían salir de donde están y ocupar una posición privilegiada si cada uno de los integrantes de la organización tuviera una visión de 180° con la que sería más probable anticiparse a los cambios de los clientes, del mercado e inclusive de ellos mismos, permitiendo aumentar la competitividad y la sostenibilidad en el tiempo. Pero, ¿qué es una visión de 180°? La esencia de este tipo de visión que se convierte en un elemento estratégico de gestión es la capacidad de tener información que facilite el proceso de toma de decisiones más acertadas. 
Este concepto, desafortunadamente, es poco utilizado por dos motivos: uno, porque no hay los recursos para asignarle esa responsabilidad a una persona, y el otro, porque la gente está sumergida en el día a día de su trabajo y se convierten en seres operativos con funciones repetitivas. ¿Qué pasaría con el crecimiento de su empresa si por lo menos un día de la semana se trabajara en esta acción estratégica? Lo invito a formularse las siguientes preguntas con su equipo de trabajo, analizarlas y hacerles seguimiento con seguridad los procesos de innovación serán los primeros impactados positivamente y los más agradecidos serán sus clientes. 
Empecemos por el mercado: ¿cuál o cuáles tendencias ha observado que se están manifestando en el mercado en general en el último año? Por ejemplo: la gente se preocupa más por su salud, la seguridad, usan más la tecnología o cada vez hay más gente obesa, las parejas tienen menos hijos, entre otras. Con esa información puede detectar posibles cambios en el comportamiento de sus clientes en los próximos años. Sigamos con sus clientes: ¿ahora lo visitan más mujeres que hombres, pagan más con tarjeta que con efectivo, los reclamos han aumentado en todos los productos y servicios o solo en algunas líneas?. Ahora su empresa: ¿ha aumentado la rotación de personal, las utilidades han disminuido o los proveedores están exigiendo más agilidad en los pagos?. Y por último, analícese usted: ¿en el último año se actualizó en algún tema comercial, laboral o tributario, entre otras? Puede que surjan más preguntas pero es bueno tomar la iniciativa de empezar a hacer estos análisis solo así podrá anticiparse a la competencia y a las necesidades de sus clientes para que siempre tenga no solo un espacio en su mente sino en su presupuesto de compras. Si desea hacer algún comentario escríbame a mercadeoaldia@gmail.com. Gracias.