Charles Darwin postuló, junto con Alfred Russel, la teoría de la selección natural de las especies como una forma de demostrar la evolución o adaptación de los seres vivos a los diferentes escenarios o condiciones del entorno. De esa teoría surgen dos opciones una, que el organismo vivo hereda de sus descendientes características, y, la otra, que el nuevo ser nace mediante la aparición de diversos procesos evolutivos. Con esa introducción se puede hacer un símil con los seres vivios corporativos, los que se enfrentan al reto de ir a la par de la evolución de un entorno formado por los consumidores o enfrentarse a la desaparición o a la competencia frente a frente o caer en sus redes hasta fusionarse, aliarse o desaparecer.

Durante ese proceso “Darwiniano” de mercadeo en Colombia son muchas las especies de la fauna que han desaparecido en medio de esa constante evolución; por ejemplo, qué se hicieron la abeja de Conavi al ser absorbida por Bancolombia, el oso de papas Margarita al ser adquirida por la multinacional Frito Lay y el caballo de Granahorrar con la presencia de Banco BBVA. Por eso, ante un panorama empresarial cambiante como el de los últimos meses no sería raro que en medio de la evolución de las especies desaparezca Conchita, la mula de Juan Valdez, que tiene proyectado completar más de 200 establecimientos en el país con inversiones de $32.400 millones, según el último acuerdo de la jnta directiva de Procafecol.

Ahora, en el campo cultural los cambios son curiosos, pues, cachacos y costeños unieron capitales, pues, Carulla – Vivero hizo su negociación con almacenes Éxito para convertirse en una de las más importantes fuerzas del comercio al por menor en el país. Y en el campo del mercadeo cuántas fusiones y alianzas se han dado entre una y otra agencia de publicidad o la tradicional y prestigiosa firma de investigación Napoleón Franco pasó a manos de franceses cuando en París Jean-Orujo Lech y Didier Truchot, copresidentes del Grupo Ipsos, hicieron el anuncio como nuevo socio de la compañía.

Y en las telecomunicaciones, por donde se lo mire, la debilidad o el mal servicio tiene su costo, pues, ahora Telefónica está en teléfonos fijos y celulares compitiendo con rivales nacionales e internacionales, tal es el caso, de OLA que ahora es TIGO pues, después de 50 días de asumir la operación de la empresa de telefonía celular Colombia Móvil, la multinacional europea Millicom presentó su marca Tigo, con la que remplazará a OLA. Bueno, los cambios seguirán, pero la verdadera debilidad aparece cuando una marca pierde su esencia y olvide su capital más valioso, el cliente.

Denuncia de la semana de maltrato al cliente: Al Blog de Mercadeo al día llegó la siguiente denuncia sobre los vendedores que no cumplen lo que prometen. La persona X (a quien voy a llamar como mi cliente) se enamoró de uno de los productos que mi proveedor me ofrecía, sabiendo de su urgencia y necesidad que ese producto se demoraba mas de 8 días en llegar. El proveedor, que escuchaba la conversación, abrió su gran boca y dijo que el pedido lo despacharía en menos de 3 días. El proveedor, por vender, hizo una llamada por teléfono celular para confirmar el despacho inmediato del pedido. Así lo creí. Salí contento a decirle a la persona X que tendría su trabajo en menos de 8 días. Mi cliente me agradeció y se fue. Pasaron 5 días y el pedido no llegaba, llamé al proveedor, pero nunca me contestó, luego llamé a la casa proveedora y me informaron que el pedido se demoraba unos días más porque el producto no estaba en bodega, cuando mi proveedor me había dicho todo lo contrario. En ese momento pensé “le quedé mal a mi cliente”. La persona X no demoró en llamar antes que yo lo hiciera y le comenté lo que estaba pasando. El pedido llegó 15 días después con la gran sorpresa que el producto que a mi cliente le había gustado no había llegado con las especificaciones que había visto, pues, llegó de color diferente al que había visto por primera vez. Lo llamé nuevamente, aceptó, pero no lo sentí satisfecho. En definitiva, todavía hay vendedores que lo único que buscan es el dinero del cliente y no su bienestar.