Durante ese proceso “Darwiniano” de mercadeo en Colombia son muchas las especies de la fauna que han desaparecido en medio de esa constante evolución; por ejemplo, qué se hicieron la abeja de Conavi al ser absorbida por Bancolombia, el oso de papas Margarita al ser adquirida por la multinacional Frito Lay y el caballo de Granahorrar con la presencia de Banco BBVA. Por eso, ante un panorama empresarial cambiante como el de los últimos meses no sería raro que en medio de la evolución de las especies desaparezca Conchita, la mula de Juan Valdez, que tiene proyectado completar más de 200 establecimientos en el país con inversiones de $32.400 millones, según el último acuerdo de la jnta directiva de Procafecol.
Ahora, en el campo cultural los cambios son curiosos, pues, cachacos y costeños unieron capitales, pues, Carulla – Vivero hizo su negociación con almacenes Éxito para convertirse en una de las más importantes fuerzas del comercio al por menor en el país. Y en el campo del mercadeo cuántas fusiones y alianzas se han dado entre una y otra agencia de publicidad o la tradicional y prestigiosa firma de investigación Napoleón Franco pasó a manos de franceses cuando en París Jean-Orujo Lech y Didier Truchot, copresidentes del Grupo Ipsos, hicieron el anuncio como nuevo socio de la compañía.
Y en las telecomunicaciones, por donde se lo mire, la debilidad o el mal servicio tiene su costo, pues, ahora Telefónica está en teléfonos fijos y celulares compitiendo con rivales nacionales e internacionales, tal es el caso, de OLA que ahora es TIGO pues, después de 50 días de asumir la operación de la empresa de telefonía celular Colombia Móvil, la multinacional europea Millicom presentó su marca Tigo, con la que remplazará a OLA. Bueno, los cambios seguirán, pero la verdadera debilidad aparece cuando una marca pierde su esencia y olvide su capital más valioso, el cliente.
Denuncia de la semana de maltrato al cliente: Al Blog de Mercadeo al día llegó la siguiente denuncia sobre los vendedores que no cumplen lo que prometen. La persona X (a quien voy a llamar como mi cliente) se enamoró de uno de los productos que mi proveedor me ofrecía, sabiendo de su urgencia y necesidad que ese producto se demoraba mas de 8 días en llegar. El proveedor, que escuchaba la conversación, abrió su gran boca y dijo que el pedido lo despacharía en menos de 3 días. El proveedor, por vender, hizo una llamada por teléfono celular para confirmar el despacho inmediato del pedido. Así lo creí. Salí contento a decirle a la persona X que tendría su trabajo en menos de 8 días. Mi cliente me agradeció y se fue. Pasaron 5 días y el pedido no llegaba, llamé al proveedor, pero nunca me contestó, luego llamé a la casa proveedora y me informaron que el pedido se demoraba unos días más porque el producto no estaba en bodega, cuando mi proveedor me había dicho todo lo contrario. En ese momento pensé “le quedé mal a mi cliente”. La persona X no demoró en llamar antes que yo lo hiciera y le comenté lo que estaba pasando. El pedido llegó 15 días después con la gran sorpresa que el producto que a mi cliente le había gustado no había llegado con las especificaciones que había visto, pues, llegó de color diferente al que había visto por primera vez. Lo llamé nuevamente, aceptó, pero no lo sentí satisfecho. En definitiva, todavía hay vendedores que lo único que buscan es el dinero del cliente y no su bienestar.
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Le hemos dicho adiós a muchas marcas, y así también le hemos dicho adiós a cada jingle y a cada slogan con el que muchos de nosotros crecimos y que ahora recordamos en nuestras mentes y en nuestros corazones, ya no volveremos a saber nada de aquel banco que los niños nos cantaban "es facilísmo querer, reir y jugar" ya no volveremos a saber nada del Banco que "quiere a la gente", pero como estamos en un mundo de constante evolución, no hay que tenerle miedo al cambio, así que bienvenidas las fusiones, bienvenidas las nuevas marcas, pero eso si con el propósito de darnos bastante beneficios a nosotros los consumidores.
Diego Niño
Ademas de recordar todas las marcas que aparecian en la tele cuando se hacia buena tele en colombia; el comentario mio esta inclinado hacia la gran mentira que son los slogans, como les suena el de Av vills "TE DA LO QUE QUIERES TENER" los invito a que reciban lo que quieran cuando van a un banco menos un buen servicio; por experiencia propia con esta corporacion al estar pagando un credito que esta al dia y estas embargado!!!! como paso eso , pues muy facil algunos artistas inventan procesos judiciales para jusitificar el sueldito que tal; por eso amigos y amigas que bonitos son los jingles y los slogans todos los coreamos en los pasillos en los transportes publicos, algunos crecimos tarareando algunos comerciales , para al final de todo darse cuenta que es una estrategia publicitaria de lo menos creativa posible pero que se podria llamar engaña bobos" OJO esto que acabo de decir es un atentado contra las agencias de publicidad ; pero mas que criticar solo quiero decirles que tengan cuidado con la publicidad falsa.