Con seguridad recordará su momento estelar frente a los jurados sustentando el proyecto final de grado, un documento construido luego de incontables trasnochadas, archivos guardados como: “final”, “final, final”, “final, este sí”, así como las que hoy podríamos considerar como acertadas correcciones de los jurados, pero que en su momento perturbaron el estado de ánimo. Todo este recorrido permitió llevar a buen término un requisito para optar por el título profesional, y hoy, ese proceso podría ser recordado con múltiples sentimientos encontrados.

Me motiva este tema porque es apasionante pensar en la idea de las nuevas generaciones de ejecutivos globales que se están formando en los claustros universitarios, o “Gerentes en formación” como habitualmente les digo, para reemplazar a quienes en las corporaciones cumplen su ciclo, a pesar de que este tema no cobra mayor relevancia, pues, quienes ocupan las posiciones jerárquicas superiores fueron diseñados para esperar una pensión, y por ahora, afectar su statu quo es impensable.

Por eso, quiero compartir, fruto de años de hacer parte de ese importante momento, algunas reflexiones que con seguridad aportarán a que ese instante estelar, único e irrepetible, no solo pueda aplicarse a la academia sino a las presentaciones profesionales, en aras de enfocar las energías en lo verdaderamente importante.  

Reflexión #1: El proyecto. ¿Fondo o Forma?, un proyecto debe ser 99% contenido, 1% empaque, pues, de nada sirve un buen envoltorio si el contenido no colma las expectativas de los exigentes jurados.

Reflexión #2: La presentación. ¿Premios Oscar o Reinado?, cuando sustentes recuerda que vas por el reconocimiento de la academia, no por una corona. Así que enfócate en lucir tus conocimientos, la pinta ayuda pero no es en lo que te debes enfocar.

Reflexión #3: La sustentación. ¿Cinturón blanco o negro?, lleva tu mente abierta a las mejoras, recuerda que aún estas en formación.

Reflexión #4: La logística. ¿Razón o emoción?, la nota depende de los argumentos de la exposición, no del refrigerio.

Reflexión #5: Las observaciones. ¿Amigos o enemigos?, un buen jurado juzgará tu proyecto, no te lo tomes personal ni seas arrogante ante sus comentarios, ellos solo quieren hacer aportes para que el documento cumpla con los estándares académicos. 

Así que ocúpate de prepararte, enfócate en lo que aprendiste y en el legado que representará tu proyecto, con seguridad lograrás que tu presentación sea equilibrada y alcanzaras tus objetivos, dándole importancia, a lo verdaderamente importante.

Te comparto el enlace de la publicación publicada en Portafolio.

https://www.portafolio.co/opinion/juan-carlos-quintero-calderon/moraleja-creativa-juan-carlos-quintero-calderon-545394