Inicio este viernes la colección Planeta Eco, una obra de La Opinión que abordará la temática del medio ambiente para que los lectores aprendan desde cómo hacer un buen proceso de reciclaje hasta contarles cuáles pueden ser las opciones de energía alternativa para el planeta. Al revisar el proyecto me llamo la atención cómo el ser humano en su afán de evolucionar puede llegar a causar grandes problemas a los ecosistemas terminando con la flora y la fauna y otras especies de la naturaleza, inclusive el mismo ser humano.

Seguramente, como lo vaticinan muchos estudios en la medida que aumente el calentamiento global habrá más gente con problemas de piel, el cambio climático causará inviernos más fuertes y sequias irresistibles y dentro de todo ese proceso aparecerá una nueva raza de seres humanos que habitarán el planeta con características muy distintas a los de los actuales habitantes de la tierra. La radiación solar afectara el cuero cabelludo generando una clase de seres que sufrirían de alopecia y las ventas de pelucas, tratamientos e implantes serán una buena oportunidad de negocio. Otros tendrán problemas cervicales pues ya es común ver gente inclinando la cabeza para escribir en su teléfono móvil un mensaje de texto o utilizando su pin para escribirle a un amigo, entonces aparecerán los masajes y cuellos ortopédicos para prevenir esta dolencia. También habrá oportunidad de negocio para los que hacen dispositivos para la sordera pues debido al auge de la música portable los jóvenes que se la pasan con los audífonos todo el día escuchando música perderán gradualmente su capacidad de escuchar y requerirán de dispositivos para mejorar el sentido del oído. Y uno que ya es habitual encontrar en las oficinas está conformado por las personas que sufren del túnel carpiano y ya usan medicamentos y férulas entre otros para soportar esta dolencia.

Entonces, cada problema encontrará solución y se convertirá en un mercado de alto crecimiento, tal es el caso de los gimnasios. Recuerdo que cada inicio de año siempre conozco a alguien que me cuenta que entre sus propósitos para el nuevo año esta bajar de peso y con mucha disciplina los encuentro caminando todos los días, pasadas unas semanas, uno que otro día lo veo y al mes cuando va corriendo no es para hacer ejercicio, es, porque le cogió el tarde para llegar al trabajo. Ante ese panorama, que curiosamente caracteriza a los colombianos, es decir, queremos hacer muchas cosas pero no las logramos porque nos falta disciplina. Por ejemplo, si el médico le formula un tratamiento para el dolor de estomago usted con seguridad las primeras dosis las toma rigurosamente en la hora indicada pero cuando se le quita el dolor desiste de la formulación porque ya se siente bien, luego cuando presente la misma patología y le receten el mismo tratamiento ya no le servirá pues usted con su falta de constancia hizo que el cuento se volviera inmune al medicamento y le mandarán una dosis más fuerte la próxima vez.


La nueva estirpe de terrícolas estará conformada por sílfides y adonis moldeados en un gimnasio o con múltiples intervenciones que les permitirán moldear sus figuras y hasta serán irreconocibles. Podrán subir, bajar, quitar, poner, aumentar, reducir y hasta estirar las veces que quieran. Dentro de esa baraja de opciones llegará el momento en el que las pruebas que se han realizado en laboratorios de todo el mundo se vendan al público y usted pueda configurar a los hijos tal como lo hace con una computadora o con su vehículo. Otros cambios de este futursapiens se verán reflejados en el maquillaje, los accesorios y hasta el vestuario que deberá tener múltiples bolsillos para poder llevar el mp3, iphone, laptop, gps, teléfonos móviles y los recipientes para una capsula de proteínas y carbohidratos entre otros. No me imagino la capsula de sancocho o la de mute o una de las típicas “solteritas” sinceramente, somos los únicos responsables de lo que le suceda al planeta por eso coleccione cada viernes una entrega de Planeta Eco y haga algo antes de que sea demasiado tarde.