Independientemente del estado actual de su relación de pareja, ¿recuerda cómo empezó todo? Con seguridad una larga investigación para conocer más a esa persona que tanto le llamaba la atención. Luego, implemento una estrategia, en la que gracias a ese conocimiento desplegó su creatividad para tener detalles que cautivaran la atención de esa maravillosa persona. Invitaciones, palabras bonitas, siempre impecable en su presentación y conversaciones amenas fueron algunos de los motivos que le permitieron tener esa persona a su lado. Pero, ¿de esa época a la fecha, todo sigue igual? es decir, ¿siguen los detalles y esas llamadas casuales que dibujaban una sonrisa?
En mis conferencias, cada vez que pregunto lo mismo muy pocos salen bien librados por la expresión de sus rostros. Ahora, para volver más crítica la situación, piense que haría si solo tuviera en cuenta la variable económica ¿preferiría seguir con su actual pareja o buscaría otra? Porque, aunque parece absurdo el cuestionamiento, las marcas, desconocen esa realidad o acaso en sus cuentas ¿no sale más barato mantener un cliente que conseguir uno nuevo?. Eso sucede porque por años hemos estado en “la era de la indiferencia”, dejamos de lado lo valioso por correr detrás de lo incierto.
Si está preocupado por lo que debe hacer es porque en teoría ha padecido dos graves patologías por años, y hasta ahora, gracias a esta pandemia se está percatando que algo hay que cambiar. La primera enfermedad, es que se olvidó de esas personas que por alguna razón llegaron a su local, o curiosamente, a sus redes sociales pensando que con exhibir un producto y venderles, todo está consumado y después de eso, nada sucede. ¿Cuántas veces le han pedido datos personales y nunca pasa nada?. Hoy, las marcas tienen más oportunidades de estar en contacto con sus clientes, pues, con toda la data que ha recopilado pueden hacerlos sentir más importantes, y eso, no es nada nuevo, y tampoco lo es, que no se haga nada con esa información.
La segunda enfermedad, es que como ya se hizo la cacería y nunca se está conforme, continua haciendo inversiones para cazar más compradores, haciendo más publicidad, entregando detalles, haciendo concursos, entre otros, para que sigan llegando más y más compradores, y el error es que el enfoque de esa gestión está en la transacción y no en la relación, y eso, se menciona en cuanto libro de management existe, “siempre será más costoso atraer un cliente que retener uno actual”.
Lo que hay que hacer es ocuparse de reconquistar, encantar y enamorar al cliente cada segundo, y eso implica barrer la base de datos, generar contenido de valor para ellos, educarlos, llamarlos, en fin que sientan cercana la marca para generarle valor a la relación, le aseguro que esas personas que han estado ignoradas si les da la suficiente importancia seguirán a su lado sin importar la situación y no se dejaran tentar por la competencia. Recuerde, la gente siempre estará a su lado hasta que le muestren algo mejor.