Han existido innumerables  personalidades, en múltiples escenarios, que van más allá del ámbito corporativo, y se han caracterizado porque no han ostentado rimbombantes títulos de prestigiosos claustros universitarios, tampoco, han sido miembros de familias con abolengo, y menos aún, de grandes capitales en sus arcas, pero han logrado transformar la vida de muchas personas.

Son verdaderos referentes de liderazgo que han trazado el camino a muchas generaciones con su legado, en medio de humildad y conocimiento. Estas características, son las mismas que evidencian los pobladores de las montañas de Nepal, quienes con humildad, no solo son amables sino que carecen de sofisticados trajes como los utilizados por los escaladores del Everest, y aun así, asumen la responsabilidad de servir de guías y ayudantes de las expediciones, valiéndose de su conocimiento, como el de Ang Rita, que ha logrado cumbre en 21 oportunidades.

Hoy, en medio de una humanidad que quiere recuperar los valores y busca incansablemente la piedra filosofal, esa piedra, con propiedades mágicas con la que se podría crear el elixir de la vida, empiezan a configurarse una amalgama de seres que están aportando al descubrimiento personal y a potencializar nuestros talentos, pues, como lo menciona Fredy kofman en el libro Metamanagement, nuestra ignorancia cínica, esa en la que somos conscientes de nuestras realidades, y en muchas ocasiones, incompetentes para poderlas enfrentar, afrontar y solucionar nos lleva a requerir de esos seres para aumentar nuestro desempeño personal, es similar a lo que sucede en las organizaciones cuando en los pasillos llegamos a saber lo que se debe cambiar pero carecemos de las competencias para lograrlo, eso que Theodore Levitt llamó: miopía del marketing.

De este debate entre la conciencia y las competencias, surgen una fusión de actores y especialidades como: mentores, coachs o entrenadores y personal tariners, entre otros, que al igual que los Sherpas ponen a disposición de la humanidad no solo largas horas de estudio sino de análisis de los comportamientos humanos con los que han capitalizando el aprendizaje para facilitar el trayecto con las experiencias que otros han recorrido para potencializar lo mejor que hay en cada uno de nosotros, y lograr, “nuestra mejor versión”, tal como lo promueve, Karina Arenas en sus conferencias.

Es hora de buscar apoyo, sin pena, adiós al paradigma de que ir al sicólogo o buscar ayuda es para locos, sería igual de absurdo que pensar que cuando una empresa contrata una consultoría es porque les quedo grande la gestión, y por el contrario, logran mejorar el desempeño, cohesionan sus equipos de trabajo y conquistan mercados con mayor efectividad. Por eso, si quieres devórate el universo ¿no crees que es hora de empezar a invertir en la empresas más valiosa del mundo que eres tú?   

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